Segunda ampliación de la Bodega, alcanzando las 1.000 botas. Se adquiere un nuevo casco de bodega adjunto al original de Cordobeses, 3, en la calle Rincón Malillo, y se comienza a trabajar en el soleraje de Fino. Se busca un fino viejo, maduro y con carácter, que era desconocido en el marco por entonces. Una vez más, D. Joaquín Rivero fue pionero y un adelantado a su tiempo.